Cómo ponerse una bufanda mujer puede ser crucial para resaltar el estilo que quieres transmitir en cada momento, sea en una cita formal como en una escapada con amigas.
Aunque pueda parecer un detalle, dominar varios modos de anudarla es la clave para transformar un look invernal básico en algo con estilo propio.
Descubrir cada nudo según el tipo de abrigo que lleves, la ocasión a la que asistas y el nivel de calidez que requieres frente a diferentes condiciones, es clave para mejorar tu outfit fácilmente.
Para que encuentres tu nudo ideal, en Kalk trabajamos con un amplio equipo de profesionales especialistas en moda y decidimos compartir cómo poner una bufanda mujer de forma fácil, versátil y visualmente atractiva.
Preparativos antes del primer giro de la bufanda
Antes de anudar la bufanda en tu cuello sin más, ten en cuenta estos consejos prácticos para mejorar las opciones desde la elección de la prenda:
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Elige la longitud adecuada: Una bufanda demasiado corta limita los estilos posibles.
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Ajusta el volumen al grosor del abrigo: Deja más holgura con prendas gruesas.
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Juega con los extremos: Para lograr asimetrías que aporten movimiento.
Con estos elementos controlados, los nudos serán mucho más sencillos y vistosos sin esfuerzo.

6 formas elegantes de colocar tu bufanda
Nudo francés
Dobla la bufanda por la mitad, colócala alrededor del cuello e introduce los extremos por el lazo formado justo a la mitad de la bufanda.
Este tipo de nudo se ajusta perfectamente para cubrir la garganta con estilo y dejar un buen trozo con las puntas de la bufanda a la vista.
Doble vuelta
Envuelve la bufanda dos veces alrededor del cuello y deja los extremos sueltos.
Es ideal cuando hace mucho frío porque crea una barrera extra, pero es importante contar con una bufanda larga para que resulte cómodo y vistoso.
Nudo en “X”
Empieza con la bufanda simétrica, cruza ambos extremos frente al pecho y mételos por los espacios que se formen.
Este tipo de nudo cubre gran parte del pecho y combina bien con abrigos abiertos.
Nudo “wrap” sencillo
Pásala por detrás del cuello, cruza un extremo sobre el otro y ajusta con un ligero tirón.
Es un nudo perfecto para looks con camisetas de punto o jerséis finos, protegiendo la garganta y aportando un toque de estilo sin complicaciones.
Estilo cascada
Coloca la bufanda sobre los hombros, deja los extremos colgando y no la anudes.
No es un nudo, por eso resulta ideal para entretiempo o para suavizar la silueta de un abrigo.
Nudo invisible
Haz un giro corto alrededor del cuello primero, luego introduce ambos extremos dentro de esa vuelta para ocultar el nudo.
Es un nudo cómodo que resulta discreto y elegante para llevar con soltura.
Cuándo elegir cada estilo
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Días muy fríos: Elige el nudo francés, doble vuelta o “X” para máxima protección.
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Climas templados: El estilo cascada o wrap dan un toque relajado sin abrumar el atuendo.
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Looks de oficina o formal: El nudo invisible o francés aportan pulcritud sin excesos.
Cada forma tiene un momento ideal, por eso aprender a combinarlos con tus abrigos cambiará tu juego invernal con la bufanda perfecta.

Consejos extra para lucir tu bufanda
Empieza probando uno o dos de estos estilos frente al espejo, ya que algunos te encantarán más que otros.
Poco a poco te convertirás en experta en combinar tu bufanda con cualquier abrigo sin esfuerzos y sin complicaciones.
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Si el extremo queda demasiado largo, puedes meterlo ligeramente bajo una solapa del abrigo.
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Ajusta el volumen para que el cuello no quede apretado ni demasiado suelto.
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No temas jugar con texturas. Por ejemplo, una bufanda de punto grueso admite nudos robustos, mientras que una bufanda ligera pide giros simples.
Ahora que ya sabes cómo poner una bufanda mujer, solo queda experimentar con tu bufanda favorita y ver qué nudo se adapta a cada día, abrigo o estado de ánimo.
Las bufandas son complementos que, con práctica, pueden convertirse en un aliado imprescindible para destacar cualquier conjunto.







