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La fiebre por los 'curated ears' ha revolucionado por completo el panorama de las joyas y cómo las incorporamos a nuestro día a día. Los Piercings son capaces de cambiar por completo la apriencia de nuestra oreja, aportándole la personalidad que reflejamos a través de los diseños y colores que más nos gustan.
CÓMO CUIDAR UN PIERCING EN LA OREJA
El piercing del tragus es uno de los piercings más populares, alejado del piercing tradicional del lóbulo de la oreja, aporta un estilo diferenciador. Pero, también es uno de los piercings que más tardan en cicatrizar, por lo que es muy importante conocer todos los detalles sobre cómo cuidar el tragus y qué pasos seguir para evitar su infección.
Este piercing lo encontramos en el tragus: la zona interna del cartílago, justo en la entrada del conducto auditivo externo, y del que adquiere su nombre. Una vez que has decidido añadir este piercing a tu oreja, aparece la gran duda: ¿cuánto tarda en curarse el tragus?
Aunque la zona del tragus no es de las más dolorosas, ya que no tiene muchas terminaciones nerviosas, es uno de los agujeros que más tarda en cicatrizar, porque el cartílago es una zona delicada. Normalmente, el proceso completo de cicatrización suele durar alrededor de 2 meses. Durante este tiempo, es fundamental seguir una serie de cuidados y recomendaciones para acelerar el proceso de cicatrización.
Sin embargo, ten en cuenta que este tiempo puede prolongarse y te recomendamos seguir estos pasos más allá de los primeros meses de tu piercing para evitar cualquier infección. Este piercing podría considerarse totalmente cicatrizado una vez hayan transcurrido entre 6 y 12 meses desde que se realizó la perforación.
TIPS PARA CURAR EL TRAGUS
Te presentamos una pequeña guía con simples pasos con los que curar el tragus y evitar cualquier tipo de infección.
El primer paso, y más importante, es no cambiar el pendiente inicial con el que te realizaron el agujero durante estos 2 primeros meses ,e incluso más, para evitar su infección. Es imprescindible mantener este primer pendiente durante un largo periodo de tiempo para asegurarse de que el agujero ha cicatrizado lo máximo posible. También, evita tocar el piercing con las manos durante el día para prevenir que se infecte.
Otro paso que no debes olvidar es limpiar la herida a diario con suero fisiológico, mínimo dos veces al día. Esto es muy importante sobre todo en los primeros meses después de perforación. Un tip: te recomendamos continuar con esta rutina pasado este tiempo. Otra forma de evitar infecciones es lavar la zona con jabón antiséptico. Además, durante esta limpieza, te recomendamos que muevas el piercing para que el suero alcance todas las zonas del agujero con las manos limpias.
En el caso de que aparezca una costra alrededor del agujero, no la arranques. Es normal y forma parte del proceso de curación. Sin embargo, si le molesta, puedes limpiar suavemente esta zona con un bastoncillo de algodón húmedo para evitar que sangre.
RECOMENDACIONES PARA EVITAR LA INFECCIÓN
Además de estas pasos esenciales para curar tu piercing tragus, tenemos otras recomendaciones que puedes implementar a tu día a día y con las que conseguirás evitar cualquier tipo de infección.
Para la cura de este tipo de piercing, es muy recomendable evitar los auriculares in ear, ya que van dentro del canal auditivo y rozan la zona del cartílago tragus. En su lugar, utiliza auriculares externos que no rocen directamente esta zona de la oreja.
En el caso de tener el pelo largo, procura que no quede atrapado en el piercing y evita los tirones en esta zona. También, ten cuidado al lavarte el pelo. Evita el contacto con productos químicos como champú, laca, perfumes o maquillaje, incluso el sol.
TIPOS DE PIERCINGS PARA EL TRAGUS
Para adornar tu nuevo piercing tragus, evitar infecciones y que te sientas cómoda con tu nuevo piercing, te sugerimos que optar por un piercing de cierre plano. Uno de los diseños más cómodos y menos dolorosos gracias a su pequeño cierre. Puede encontrar una gran variedad de formas de estas pequeñas piezas: estrellas, rayos, cruces o corazones. Disponibles en acero o chapados en oro de 18 quilates, con o sin circonitas.
Si te decantas por los aros, también puedes encontrar piercings específicos para este agujero. Con una pequeña abertura en su circunferencia, puedes ajustar este pendiente según lo apretado o suelto que lo prefieras. Da personalidad propia a tu look de oreja, sin dolor.
